viernes, 16 de septiembre de 2011

Mi principito

Tengo un principito al que amo incondicionalmente.
Y siento que el tambien me ama. Y Eso es tan lindo!
Es de los principes mas hermosos que conozco. Es dulce, simpatico, con caracter, mimoso, gracioso, mandón, educado.
Es tan caballero!
Siempre que me ve llegar me espera con una sonrisa.
Toca mi puerta y se ataca de alegria al encontrarnos.
Juntos merendamos, bailamos,nos reimos a carcajadas, nos abrazamos, nos besamos, descansamos, paseamos, corremos dando saltos por toda la casa.
Nos cuidamos.
El sabe todo de mí y yo de él.
Estamos muy enamorados.
Hace un año y medio que llego a mi vida, y le doy las gracias a mi hermana y mi cuñado por habermelo presentado.
Elías es su nombre, y es mi sobrino.
Uno de los grandes amores de mi vida.

Nuestro Castillo

Toda princesa, sea cual fuera su hogar, quiere vivir en un castillo.
Hace menos de un año nos mudamos al nuestro.
Una casa antigua que reciclamos con mucho esfuerzo y dedicación.
Tiene dos jardincitos y en uno hay un árbol donde vienen los pájaros.
Nunca pensé que viviría lejos de la capital en una casa con una árbol donde vienen los pájaros.
Ni Tampoco que dejaría de vivir en mi casa anterior.
Por suerte las ideas cambian todo el tiempo y uno cambia con ellas.
Me levanto cada día y corro a la cocina a ver si el piso esta limpio o tiene una manchita nueva que lo arruinó.
Algunas princesas somos muy apegadas a nuestras cosas, y no queremos que nada se manche,se estropee ni se deteriore.
Como si el tiempo se detuviera y todo quedara impecable y en el mismo estado en el que se estrenó.
Así me pasa todo el tiempo con mi casa, con otros objetos muy preciados, y con miles de momentos de mi vida que ya pasaron.
Por suerte mi príncipe-sapo mancha , desordena, y disfruta de cada rincón.
de él aprendo.
Aunque vaya detrás cerrando cada puerta que deja abierta.
Aunque le pase cera a mis pisos una o dos veces por día.
Un castillo ordenado da tranquilidad a mi mente. Y es como si también se ordenara mi vida.
Tal vez sea una ilusión. Pero de eso se trata la vida.